En el ámbito de la fabricación eficiente, la sobreproducción se reconoce como una de las siete áreas de desperdicio. Esto ocurre cuando una compañía produce más bienes de los necesarios o los fabrica antes de lo requerido. La sobreproducción puede ser intencional o no intencional, cada una con sus propias participaciones para una compañía.
Sobreproducción intencionada: un arma de doble filo
La sobreproducción intencional a menudo tiene como objetivo crear un stock de seguridad, garantizando que una compañía pueda satisfacer la demanda de los clientes incluso ante interrupciones o escasez en la cadena de suministro. Si bien este enfoque puede proteger contra la falta de existencias, también presenta desafíos como mayores costos de almacenamiento y el riesgo de obsolescencia del inventario. La clave es encontrar un equilibrio que permita flexibilidad sin desperdicio excesivo.
Sobreproducción involuntaria: un error común
La sobreproducción involuntaria surge cuando la demanda no se entiende con precisión, a menudo debido a métodos de previsión inadecuados. Este problema es frecuente y la previsión de la demanda ocupa el cuarto lugar como la cuarta preocupación más importante para los líderes de la cadena de suministro. Generalmente es resultado de pronósticos retrasados o por lotes, toma de decisiones aislada o incapacidad de procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real. Las consecuencias incluyen excedentes de productos, asignación ineficiente de recursos y desajustes geográficos en la distribución de productos.
El efecto dominó de la sobreproducción involuntaria
El impacto de la sobreproducción involuntaria se extiende más allá de las preocupaciones por el inventario. Esto puede llevar a una alineación ineficiente del personal, con equipos incapaces de gestionar los bienes en exceso mientras que otros empleados, activos y almacenamiento quedan sin usar. Además, el inventario producido en exceso en el área equivocada puede desviar los suministros de donde se necesitan, lo que genera un déficit en la región original y causa una demanda de clientes no satisfecha a nivel regional.
Otros desperdicios, como los mayores costos de transporte y el aumento de las emisiones debido a la reubicación innecesaria de bienes y los costos de almacenamiento por exceso de inventario, también son un desperdicio potencial cuando los fabricantes se ven obligados a transportar bienes a donde se necesitan. Estos desafíos resaltan la necesidad de una planeación de la demanda y la oferta estable y conectada que permita a los planificadores tomar decisiones precisas casi en tiempo real, evitando el exceso de inventario.