Esta entrada de blog es Segunda parte de un serial de blogs Centrado en reducir el desperdicio mediante una planeación y ejecución efectivas.
En el acelerado mundo de la fabricación industrial, el desperdicio de inventario sigue siendo un desafío persistente. Definido como mantener más inventario del necesario para satisfacer la demanda actual, este desperdicio a menudo se manifiesta en forma de exceso de materias primas, stock de trabajo en proceso o productos terminados. Según Industrial Supply, se estima que este desperdicio le cuesta a un distribuidor industrial típico hasta un 25% al año.
Si bien el stock de seguridad suele considerar crucial para mitigar los plazos de entrega y la escasez, el inventario excesivo con frecuencia genera altos costos de almacenamiento, daños y mermas del inventario o tarifas adicionales, a menudo no planeadas. Yendo más allá, existen los riesgos y costos de almacenar inventario que puede volver obsoleto y requerir eliminación.
Este blog profundiza en las complejidades del desperdicio de inventario, centrar especialmente en los problemas que surgen al combatir los problemas relacionados con los cambios en la oferta, la demanda y las regulaciones, y en las formas de combatir este desperdicio mediante una conectividad más fuerte y una tecnología avanzada.
El impacto de los plazos de entrega y la escasez
El desperdicio de inventario es causado frecuentemente por una respuesta anticipada a largos plazos de entrega, cambios en la demanda, escasez de materiales y tiempos de llegada estimados (ETA) inexactos. Estos factores contribuyen a que se produzcan retrasos en la producción y una acumulación de inventario o, por el contrario, falta de existencias. No es un problema poco común, ya que según la “Encuesta trimestral sobre utilización de la capacidad de planta (QSPC) de la Oficina del Censo”, aproximadamente el 11% de las plantas manufactureras en los EE. UU. identifican la escasez de materia prima como una barrera importante para la utilización de la capacidad.
Ante estos desafíos, los fabricantes a menudo se encuentran en un estado reactivo, sin saber cuándo llegarán los materiales o cuánto inventario es realmente necesario. En cambio, el desperdicio de inventario, junto con el desperdicio de sobreproducción discutido en una entrada de blog anterior, se convierten en la norma. Los excedentes de existencias y el stock de seguridad se convierten en un plan de respaldo frecuente, lo que aumenta los costos de almacenamiento y transporte, además de los riesgos de atajada de producción, tarifas de importación inesperadas y obsolescencia y eliminación de inventarios.




