El concepto de cadena de suministro nació de la creación de la línea de montaje, que se remonta a principios del siglo XX. Cada función, desde la planificación hasta la entrega, tenía su lugar. Y si todo el mundo hiciera su parte, como una máquina bien engrasada, los fabricantes podrían esperar altos márgenes y crecimiento. Funcionó tan bien que, a medida que los fabricantes modernizaron la gestión de la cadena de suministro, introdujeron tecnología y automatización para ayudarlos a moverse más rápido y de manera más inteligente. Pero la base de la cadena de suministro todavía estaba ligada al enfoque lineal, rígido y lineal original de la producción en masa temprana.
El problema es que el mundo de hoy se ve bastante diferente al panorama empresarial de 1905, o incluso de 2015. La optimización a nivel funcional, con un enfoque en lograr el menor costo, ya no producirá los mejores resultados posibles para la organización. Los sistemas amurallados ya no pueden manejar el ritmo del cambio, ni ofrecer la agilidad necesaria para mantenerse al día con los cambios en la demanda de los clientes, las interrupciones del mercado y la creciente complejidad de la cadena de suministro.
Los líderes empresariales de todos los sectores saben que necesitan un nuevo enfoque. Quieren una cadena de suministro que sea moderna, resistente y totalmente optimizada para ofrecer el mayor beneficio posible a sus organizaciones. ¿Quién no lo haría?
El reto es, ¿por dónde empezar? Esta publicación de blog lo guiará a través de los pasos clave que debe seguir para aumentar la resiliencia y la rentabilidad de la cadena de suministro, cambiando a la nube y aprovechando al máximo la innovación tecnológica disponible en la actualidad.
Paso 1: Utilizar la nube como plataforma de lanzamiento para la transformación digital
Las empresas de hoy en día quieren una cadena de suministro que sea moderna, resistente y totalmente optimizada. Para llegar allí, primero deben dar el salto a la nube. Al pasar de los recursos informáticos locales a la nube, las empresas pueden lograr un nivel significativamente mayor de agilidad y velocidad, lo que les permite pivotar y cambiar sobre la marcha en respuesta a las interrupciones de la cadena de suministro.
Las empresas también adquieren la capacidad de consumir innovación de forma más rápida y barata. Con las pilas de tecnología local, la actualización a una nueva funcionalidad requiere mucho tiempo y es costosa. Pero en la nube, esto se puede hacer en minutos o días, en lugar de meses o años. Y, por último, las empresas son capaces de procesar la información, ejecutando escenarios en la comercialización, la fabricación, la logística, el almacenamiento y la distribución, todo al mismo tiempo, con una potencia informática sin restricciones. Pueden escalar y reducir verticalmente rápidamente, bajo demanda. En lugar de usar una CPU durante 100 horas, las empresas pueden usar 100 CPU durante una hora, comprimiendo el tiempo de planificación de días a minutos. Ya no están limitados por largos ciclos de lotes, y finalmente pueden hacer un mejor uso de sus inversiones en inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML).
Esta velocidad y agilidad en la toma de decisiones será un aspecto fundamental para determinar los ganadores y perdedores de la cadena de suministro en los próximos años. Aquellas organizaciones que puedan crear un nuevo escenario basado en factores de mercado en tiempo real y ejecutar ese escenario en minutos, obtendrán una ventaja competitiva.
Si bien se habla mucho de la nube en la cadena de suministro, el concepto de computación en la nube todavía ha tenido dificultades para ganar tracción por un puñado de razones, sobre todo los desafíos de integración y datos. Esto nos lleva al Paso 2.