Las ediciones manuales de planogramas ralentizan a los equipos
En el sector minorista, las cosas cambian increíblemente rápido. Las distribuciones globales y los cambios en los micromercados implican que los productos se descontinúen o que se activen operaciones de entrada/salida de uno en uno fuera de los reinicios programados. Con los rápidos cambios que se producen, incluso el planograma más “perfecto” puede quedar obsoleto con el más mínimo cambio.
En la práctica, esto significa que los planificadores de espacios y los gestores de categorías pasan horas realizando tareas tediosas y repetitivas como intercambiar SKU, ajustar la presentación de los productos y corregir errores de desbordamiento en lugar de centrar en la distribución estratégica, los precios o la innovación.
Lo que es peor, cuantas más actualizaciones manuales deban realizar, mayor será el riesgo de niveles de existencias incorrectos o productos extraviados.
Las actualizaciones tardías de los planogramas también pueden introducir inventario fantasma, donde los sistemas muestran existencias que no están físicamente en los estantes, o ventas perdidas, donde los estantes están marcados para artículos diferentes y descontinuados en lugar de las existencias realmente presentes.
¿Cuál es, entonces, la solución para los planificadores de espacios y gestores de categorías actuales?



