Con una economía mundial más débil y la probabilidad de que la inflación continúe en 2023, la mayoría de los sectores pueden esperar enfrentarse a vientos financieros en contra este año. En respuesta, las organizaciones están implementando medidas proactivas para mejorar tanto la rentabilidad como su flujo de caja. Las cadenas de suministro se han convertido en un tema de la sala de juntas, con un enfoque en la resiliencia al riesgo, la optimización del capital de trabajo y la racionalización de la cartera. Las inversiones en tecnologías de la cadena de suministro siguen siendo una prioridad para permitir y acelerar los resultados. La colaboración entre empresas y dentro de la empresa está aumentando para alinear e impulsar el consenso en toda la organización y con los socios comerciales. La aplicación reflexiva del aprendizaje automático y la inteligencia artificial está generando valor a largo plazo. Con todas estas palancas a mano, el director financiero está a la vanguardia del patrocinio de las inversiones en la cadena de suministro para la transformación radical y la construcción de una cadena de suministro preparada para el futuro. Las empresas también están estructurando el liderazgo de la cadena de suministro bajo la dirección del director financiero para respaldar mejoras operativas financieramente prudentes, impulsando así tanto el comportamiento como la automatización vinculados al cumplimiento rentable y la resiliencia.